Yusei se siente perdido cuando su esposa lo abandona después de una feroz disputa matrimonial. Al no poder ver a Yusei en tal estado, la hermana de su esposa, Serino, decide actuar como mediadora. Sería tranquilizador si Serino, que es hermosa y cariñosa, cooperara. Mientras Yusei se regocija por haber encontrado un aliado en el que puede confiar, Serino vigila a Yusei con la esperanza de calmarlo. Al final, el viento parece desaparecer por completo.