Lunes por la mañana. Miyazaki, un hombre soltero que vive una vida tranquila de día y de noche, se frota los ojos soñolientos y se dirige al basurero esta semana para sacar las botellas de plástico que se han acumulado en su habitación. Buenos días, me dijo alguien, ¿eh? Mire hacia atras. Era una hermosa esposa, Lady Kamihata, que vivía en el apartamento de al lado. Oh, buenos días y un asentimiento.