¡La prensa gigante es tan engañosa! No hay escapatoria. Durante un viaje de negocios, compartí habitación con mi jefe de mediana edad, a quien odiaba. Se emborracha y es atacada a la fuerza, presionada por ese enorme cuerpo... Duele, es frustrante, quiere huir... Aunque se supone que debe hacerlo, inconscientemente la inmovilizan y la siguen haciendo correrse, sintiendo el mejor de todos y cayendo en el placer. El sexo con mi novio es incomparable... Me pusieron completamente los cuernos en cuerpo y alma en tan solo una noche.