Una pareja de recién casados nacida en los años 90 fue a la cocina a vivir la excitación después de tener sexo en la cama. No dejaban de gemir y decían: ¡Se siente tan bien, no paréis, estoy llegando al clímax!. ¡Quedate inerte y te quedas ahí! ¡Gritaron tan fuerte que te hicieron correrte!