Honoka Ashina, una niña del sexo rebosante de erotismo, mantiene intensas relaciones sexuales con sus instintos sin guión. Liberaron sus deseos sexuales como animales y acariciaron todo su cuerpo como si se buscaran. Sus gemidos resuenan por toda la habitación mientras se concentra en el sexo, pensando sólo en el placer. Llega al clímax una y otra vez, cayendo en las profundidades del deseo hasta el punto de casi volverse loca.