Saki estaba a punto de casarse. Mis días estaban llenos de fatiga ya que estaba ocupado con preparativos a los que no estaba acostumbrado. Un día llamé a un salón de masajes deportivos para aliviar mi fatiga. Poco a poco, se le denominó masaje linfático y se masajeó suavemente la zona de la ingle. Un tratamiento donde te obligan a gatear a cuatro patas y continuar en una posición embarazosa. El masaje solo nosotros dos se intensifica cada vez más...