Su tranquila vida matrimonial se ve arruinada un día. Su marido, que regenta un restaurante, es traicionado por el prestamista de su amigo y se ve obligado a declararse en quiebra, cargado de grandes deudas. Yumi, que quiere volver a esos días felices, decide encontrarse con el prestamista sin decírselo a su marido. ¡¡Si quieres ayudar a tu marido, sé mi mujer durante el fin de semana!! Si tan solo pudiera contenerse... Con ese pensamiento en su corazón, decidió sacrificar su cuerpo.