Yuta decide pasar sus vacaciones de verano en el campo. Justo cuando estaba harto de su estilo de vida anticuado, sin señal y sin juegos, vio a la pareja de agricultores que vivía en la casa de al lado. Yuta está mirando los pechos de su esposa, brillantes por el sudor y cambiando de forma mientras la masajean. Estoy tan excitado que mi respiración se vuelve agitada y no puedo controlar mi pene erecto. Yuuta no puede sacarse de la cabeza la imagen de su joven esposa Aika sintiéndose lasciva.