Shuri, una oficinista que suele usar gafas y trabajar con diligencia, es un poco torpe y torpe, y siempre la regañan. Un día, vio una publicación en las redes sociales que decía que podría ganar algo de dinero tomándole fotografías masturbándose, así que presentó su solicitud. Muestra su masturbación y recibe elogios, y comienza a darse cuenta de sus propias tendencias sexuales... La verdad es que es un S... No puede dejar de lado sus instintos...