Los profesores varones en las escuelas de niñas son populares entre cualquier anciano, y yo también estaba enamorado de mi profesora titular. Mi amiga, que notó este tipo de cariño, se burló de mí por mis pechos grandes delante de mi profesor favorito. Non, tus pechos son grandes, ¿no? ¿Cuántas tazas son? para que el profesor pudiera. Escuche... Poco a poco la maestra tomó conciencia de mí. Sentí que si mostraba mis senos, que son los más grandes de esta clase, podría mejorar.