Reiko trabaja como cocinera de arroz en una fábrica de una determinada región. Siempre alegre y entregando comida deliciosa y energía, los trabajadores de la fábrica la admiraban como su Madonna. La historia de un trabajador de una fábrica que vio a Kiriko masturbándose se convierte en un tema candente. Mientras todos se ríen, el trabajador de la fábrica es el único que toma los rumores al pie de la letra... y está tan emocionado que termina durmiendo toda la noche. Reiko se sorprende por esto repentino.