A un nini que simplemente holgazanea en casa su cuñada siempre le pide que lo ayude con las tareas del hogar. Entonces, cuando me levanté y encendí la lavadora, la ropa de mi cuñada, que lavé al mismo tiempo, ¡encogió increíblemente! Cuando mi cuñada se dio cuenta de esto, se acercó a mí con sus grandes pechos asomando de su ropa, pero tan pronto como vio mi polla erecta con esos grandes pechos, de repente se volvió simpática y profundizó su amistad.