Desde pequeña no tuve padres, así que comencé a vivir en la casa de alguien que me cuidó desde que era adolescente. Él era un poco ruidoso, pero yo no tenía un lugar donde quedarme, así que después de pasar mucho tiempo con él, compró una cámara y comenzó a tomarme fotografías. Al principio no me gustó, pero cuando me ofrecieron vender mis imágenes teniendo sexo para ganar dinero y ganarme la vida, no pude negarme y siguieron filmándome teniendo sexo.