Ha nacido la obra Gangimari más peligrosa de la historia de Minami Kojima. Kojima, cuya sensualidad ha aumentado debido al aceite del buen condimento, es objeto de burlas hasta el borde y se le hace retorcerse en agonía, y se le cubre con un afrodisíaco de acción instantánea... El deseo sexual reprimido brota desde dentro como si ¡dinamita, lo que resulta en un gran orgasmo! ! Su cuerpo fresco, que se vuelve más sensible a medida que envejece, trasciende sus límites y se convierte en el mejor de todos.