Rui Otokoto es una jefa cabezona y demasiado estricta. Aunque es capaz de hacer su trabajo, sin saberlo se hace enemigos y se convierte en el objetivo de su fallido subordinado, Kato. Un día, a Shimitaha Otokoto le lavan el cerebro con un teléfono inteligente en la oficina y la humillan analmente según el deseo de Kato. Su deseo de superar a las personas con culos pequeños la saca de control.